El acto protocolar se desarrolló en el Gimnasio Abraham Milad Battal, lugar que acogió a las numerosas delegaciones de deportistas, sus entrenadores y cuerpos técnicos que participan en este importante evento. También numerosos padres y apoderados acompañaron con sus familias uniéndose a esta verdadera fiesta del deporte marista. Una vez ubicadas las delegaciones en la cancha del recinto se procedió a entonar el himno patrio.

Jaime Inostroza Marín, rector del colegio sede y anfitrión de esta versión femenina de las olimpiadas, el Instituto San Martín, dio la bienvenida oficial a las delegaciones y autoridades presentes. Entre ellas se encontraba la Gobernadora de la Provincia de Curicó, Cristina Bravo Castro; Ernesto Reyes Plaza, representante del Provincial para la Misión Marista en Chile; Javier Muñoz, Alcalde la Ilustre Municipalidad de Curicó; Carlos Vergara, Alcalde de Romeral; Padre Cristian Avendaño, Vicario de Curicó; Claudio Ruz, Director Provincial de Educación; Prefecto Héctor Salazar, Carabineros de Chile; Hermanos Maristas Santiago Rosa y Ángel Gutiérrez junto a los rectores de los colegios maristas de Chile, integrantes del Consejo Directivo (CODI) del ISM, representantes de diversos estamentos colegiales.

El rector Inostroza destacó en su mensaje el honor de dar inicio a esta nueva versión de los Juegos Deportivos Maristas Femeninos “en esta generosa tierra de Aguas Negras, donde toda visita es acogida con cariño.” Destacó a reglón seguido que se trata también de una “ocasión muy especial en el inicio de la Valla, que nos remonta a los orígenes de la Congregación de los Hermanos Maristas” y cuya mesa es el ícono invita a vivir la espiritualidad marista “como un legado actualizado, encarnado en las diferentes situaciones en las que nos desenvolvemos, una de ellas el deporte”.

Subrayó además que cada deportista, estudiante, educador, hermanos maristas, administrativos, auxiliares y familias “que comparten el carisma de Champagnat vivimos la experiencia de hacer comunidad y familia en este evento sectorial que nos congrega para construir fraternidad en torno a la sana competencia.” Agradeció la presencia de los Hermanos maristas en nuestro medio representado en los Hnos. Santiago, Ángel y José Luis, “testimonios vivos de Champagnat en nuestra ciudad.” Conceptuosas palabras de agradecimiento se entregaron también a quien dirige el municipio local, Alcalde Javier Muñoz, por abrir los recintos deportivos bajo su administración facilitando el desarrollo de este masivo encuentro deportivo.

El rector Jaime Inostroza recordó que el Hno. Miguel de Cos, consultado en una oportunidad estando en Santiago, sobre los rasgos que caracterizan a un marista serían: “en primer lugar, un amor ferviente hacia la Santísima Virgen María, nuestra Buena Madre; segundo, un amor incansable hacia el trabajo bien hecho; y tercero, un amor entusiasta hacia el deporte.”

De igual manera hizo uso de la palabra Ernesto Reyes Plaza, representante del Provincial para la Misión Marista en nuestro país, quien destacó el valor de hacer valer y promover, particularmente en cada joven, los valores y actitudes trascendentes en una sociedad que clama por ellos por cuanto ha extraviado su sentido y dirección que se ha manifestado en innumerables hechos dentro del acontecer nacional o mundial y que diariamente observamos nítidamente.

Un momento muy distintivo se apreció cuando el Padre Cristian Avendaño, Vicario de Curicó –ante los signos del cirio, la imagen de la Buena Madre, de san Marcelino y la bandera de las olimpiadas - compartió y bendijo a cada uno de los participantes de los XXII Juegos Nacionales Femeninos Maristas rezando por cada una de ellos: “…Bendice, Señor, a todas las deportistas y entrenadores, a sus familias y a quienes les apoyan. Ayúdales a sacar el mayor bien de su talento y espíritu de equipo. Que sean siempre personas sanas, honestas y solidarias…”, manifestó.

Luego de una hermosa presentación artística, plena de gráciles y sutiles movimientos de danza con metafóricos y multicolores trazos se procedió a tomar el juramento a las deportistas, de la mano del destacado ciclista nacional Luis Fernando Sepúlveda Villar. Lo anterior fue el preámbulo para encender la antorcha olímpica cuyo trámite cumplió la destacadísima voleibolista nacional, ex alumna del Instituto San Martín, Lucía Lozano Lorenzini.

De esa forma se iniciaron los XXII Juegos Nacionales Femeninos Maristas, acompañados por el brillo de la luz de la llama que representa el espíritu de esperanza y superación que ha de arder en el corazón de cada ser humano para hacer realidad los valores trascendentes de la fraternidad, la unidad y la solidaridad.