Se destacó la sana competencia y fraternidad que une a través del deporte
VALORES DEPORTIVOS I Un cordial momento se vivió en el marco de los Juegos Femeninos Maristas realizados en Curicó, a través de una eucaristía especialmente preparada pensando en este encuentro. Presidió el Padre Luis Alarcón Escárate.
Recordemos que la esencia de estos Juegos, más allá de la competencia, el puntaje y los lugares, es la unión de la comunidad marista, en torno a los valores entregados por nuesto fundador.
UN ENCUENTRO CON JESUCRISTO
En le celebración, organizada por Evangelización Explícita del Instituto San Martín de Curicó, se comenzó afimando que instancias como estas constituyen un “lugar privilegiado” para realizar la misión carismática de evangelizar.
“Por medio de una disciplina deportiva, el Espíritu de Dios también actúa. Por medio de esta se abren a su gracia y les hace vivir un encuentro con Jesucristo en persona”, fue la motivación inicial.
Desde esta perspectiva, la Ecología Integral, concepto clave en la actual formación marista, se busca reconocer la importancia de cada persona, sus tiempos de descanso, el cuidado del cuerpo, la autoestima, la espiritualidad y el cultivo de una mirada amorosa por todo lo que existe.
El Deporte en este contexto es una manera de disfutar el regalo de la vida y de mejorar individual y colectivamente.
BÚSQUEDA DE LA TRASCENDENCIA
En el encuentro religioso se contó con la participación de deportistas de colegios maristas pesentes en el certamen, tanto como fieles, como asimismo con roles en la ceremonia misma.
Se pidió por el Papa Francisco, por los que sufren, las vocaciones religiosas y laicas, por las comunidades maristas de Chile.
En un momento de la ceremonia, estudiantes de los colegios maristas de San Fernando y Los Andes, ofrecieron, junto a la imagen de nuestra Buena Madre, María, implementos deportivos, reflejando la búsqueda de la trascendencia a través del deporte.
En tanto deportistas de los colegios maristas de Curicó y Alto Hospicio, colegios ubicados geográficamente en los extremos del Sector Chile de la Provincia Marista “Santa María de los Andes”, pero unidos por un mismo carisma, entregaron el pan y el vino.
También se pidió al Padre para promover la sana convivencia para quienes amamos el deporte, evitando por ejemplo la rivalidad.
En resumen, en esta eucaristía se vivió el espíritu y la esencia de estos Juegos Femeninos Maristas, donde el entusiasmo y compañerismo son el principal norte.