La Carta Olímpica explica: "La práctica deportiva es un derecho humano. Toda persona debe tener la posibilidad de practicar deporte sin discriminación de ningún tipo y dentro del espíritu olímpico, que exige comprensión mutua, solidaridad y espíritu de amistad y de fair play".
De esa forma, para asegurar que el deporte sea un derecho humano, se hace necesario establecer códigos de convivencia y reglas deportivas propias de cada competición.
Y no ajeno a esa realidad, en los Juegos Nacionales Femeninos Maristas se han creado 4 tipos de reglamentos.
El Reglamento General que regula los aspectos de la comisión organizadora de cada Juego Nacional Marista que se realiza en Chile; las Bases Generales que buscan ordenar la totalidad de la competencia y en forma global cada uno de los deportes; las Base Especificas que promueven la práctica correcta de cada uno de los deportes de los Juegos Femeninos, entregando detalles puntualizados de las situaciones que se puedan generar en cada una de las competencias. Finalmente, está el Código de Disciplina, que ordena la sana convivencia entre las delegaciones, para promover la Fraternidad Marista.