Durante cinco días intensos, donde en el ambiente se respiraba nerviosismo, alegrías, penas, frustraciones, se encontraba cada entrenador, motivando en todo momento y transmitiendo un clima de respeto y confianza en sus jugadoras, para transformar esta experiencia deportiva en un grandes aprendizajes, incidiendo positivamente en la formación valores que requieren en la consecución de logros pero también en las derrotas.
Reconocemos por esta desafiante labor a todos los entrenadores que nos acompañaron:

- Rolando Grandon Cuevas y Cristóbal Rojas Úbeda entrenadores del Colegio Hermano Fernando Alto Hospicio.
- Pablo Pasten y Wilson Robles del Colegio Nuestra señora de Andacollo, La Serena, a sus entrenadores:
- Washington Rodríguez Rojo y Daniel Trivit del Colegio Instituto Rafael Ariztía, Quillota.

- Sergio Arredondo Benavente y Felipe Larroza Castillo, entrenadores del Colegio Champagnat Villa Alemana, Villa Alemana.
- Bastián Arce Santibáñez y Mauricio Manríquez Albornoz, entrenadores del Colegio Marcelino Champagnat La Pintana, Santiago, a sus entrenadores:
- Norma Cristina Padilla y Josefina García, entrenadores del Colegio Alonso de Ercilla, Santiago.

-Luis Jesús López y Roxana Guzmán, entrenadores del Instituto O’Higgins, Rancagua.

- Daisy Becerra Valenzuela y Sebastián Farías Pavéz, entrenadores del Instituto San Fernando, San Fernando.

- Boris Andrés Núñez y Simón Morales Zenteno, entrenadores del Instituto San Martín, Curicó.

- Cristian Eduardo Zavala Espinoza y Diego Andrés Zelaya Zelaya, entrenadores de nuestra comunidad, Colegio Marista Instituto Chacabuco Los Andes.
Destacamos en cada uno de estos líderes, el espíritu Marista, siempre preocupado por el otro, su alto espíritu y constante dedicación hacia la superación, siempre atentos a los cambios y adaptaciones que requiere la sociedad, dispuesto a la escucha, el acompañamiento, la visualización y construcción de un mundo mejor, a través de la formación de personas íntegras que conformarán un mundo mejor y cada vez más humano.